Tal día como un 19 de octubre de 1990, el chaval que yo fui (tenia 19 años), acudió a la presentación de los poemarios “Disciplina” de Jordi Botella y “Dèiem Ànima Civil” de Josep Maria Uyà, que se hizo en el Casal Pere Quart de Sabadell.
Recuerdo con intensidad estos dos excelentes libros y un poema del segundo (que bien pudiera ser del primero). Un poema que me ha ido persiguiendo:
En arribar a la mediocritat
Trobes el lloc que sempre defugires.
Ni arrere ni avant, ni amunt ni avall:
Aquest és el punt on restes immòbil.
(Si almenys la voluntat. Potser l’atzar.
Fera d’aquest carrer un altre estatge...
Si ens deixàrem, almenys en mans del vent...
Hi hauria algun indret on ser en pau)?
Jordi Botella
Disciplina
Amós Belinchón
València, 1990.
He recordado el poema leyendo el libro de Jorge Brotons “Hoy era martes" (En las librerías a partir de Abril). Hoy era martes es la metáfora de un estado de cosas, de lo que deviene y lo que devenimos con los años. Hoy era Martes, y has llegado al lugar del que siempre huiste...
El martes de Brotons es un tiempo raro, el tiempo previo al tiempo en el que el éxtasis deberá pactar con semanas de ayuno (Zagajewski).
“(...) El tiempo raro, lo he llamado
-¿no sé qué os parece?
El de las primeras obras
que van anclando nuestras vidas.
No pasa nada,
y mientras,
oís el quejido de mi sombra que se resquebraja
al trotar del deseo en los arrabales de tu suerte
Simplemente, humea el sol cada mañana en la cafetera.”
Jorge Brotons
El tiempo raro
El cep i la nansa
Vilanova i la Geltrú, 2002.
Al llegar a la mediocridad... pero ojo... poca mediocridad en los poemas de Brotons. Su palabra es una gran mesa donde sentarse juntos
(...) Sentarse y para entonces decir
la voz de una furia,
donde no acaba nada y
empieza todo lo que debe,
la piel del desierto, la gran palabra,
que camina hacia vosotros
desde el dolor y el amor,
hacia vosotros:
somos tantos alrededor
de esta mesa donde la extiendo
para lamerla y besarla,
y curarla con esa voz,
la palabra de todos.
Jorge Brotons,
Hoy era martes.
Papers de Versàlia,
Sabadell 2007
La palabra de Brotons es una llaga que no quiere curarse, no quiere plegarse al tiempo raro, por muy martes que sea hoy. Mejor leerlo.
Bona nit, i dolços somnis.