“Cuando tuve edad para recibir una educación, me encauzaron, como a la mayoría de jóvenes, hacia la adquisición de conocimiento, no tanto en el sentido de las ideas como de los hechos fehacientes. La educación, tal y como yo la conocí, estaba compuesta de una buena retahíla de certezas preestablecidas.
El conocimiento me ha entretenido, me ha moldeado y me ha fallado. Dentro de mi anida aún un hambre. En la que probablemente sea la indagación más importante de mi vida, he comenzado a buscar más allá de la razón, más allá de lo probable, en otras direcciones. Ahora creo que sólo hay un tema que merezca mi atención, el del reconocimiento de la faceta espiritual del mundo y, dentro de este reconocimiento, la condición de mi propio estado espiritual. No hablo necesariamente de tener fe, aunque abrigo esa esperanza. A lo que me refiero con espiritualidad no es a la teología, sino a la actitud. Este interés me nutre mucho más que el más sofisticado compendio de hechos. Ahora, en mi cabeza, en cualquier comparación entre verdades demostradas e intuiciones no demostradas pero vividas, las verdades salen perdiendo.
Así pues, me gustaría escribir un tipo de poesía elemental que no sólo evite lo que hay de puertas adentro, sino que ni siquiera vea las puertas que conducen al interior: a los laboratorios, a los manuales, al conocimiento. No hablaría acerca del viento y del roble y de la hoja en el roble, sino en su nombre. Hablaría del búho y la culebrilla ciega y el narciso y el tritón del este como de una compañía de espíritus, así como de cuerpos.”
Mary Oliver, Horas de Invierno.
“El coneixement m’ha entretingut, m’ha modelat i m’ha fallat. Dins del meu encara nia una fam”. Hi va haver un temps en què una dissidència fermentava en mi. Estimo encara el coneixement. He dedicat bona part de la vida a una de les seves formes i encara tinc energia per seguir fent-ho, però és una forma de coneixement, diguem-ho clar, parcial; bellíssim sí, però parcial. Dubto de si afegir o no a l’entrada aquests poemes que vaig escriure pel Quadern Sophia de Mello, i que vaig corregir per ull nu: m’han retornat, perquè estan en sintonia amb aquest paràgraf, que m’ha colpit.
Com heu après això?
Partir i assaonar olives;
creure la sajolida;
trencar el manyoc de tendons,
terrossos d’aquesta i tota terra,
sense el vici de les joguines
que el pensament fabrica.
mans
—
També aquí un esforç:
l’aire emancipador,
però els tristos animals de la puresa;
i una tensió, el misteri,
forma de la vida, que és forma,
i d’allò que no gosem.
vers l’ombra.
Cansat dels tristos animals de la puresa, d’allò que diem “la vida de l’esperit” contraposada als temps de l’ànima. Entregat a intuïcions no demostrades però viscudes. Una forma de dissidència, prendre partit per les mans.
* * *
Mary Oliver
Horas de Invierno,
Traducció de Regina López Muñoz.
Errata naturae,
Madrid 2022.
(*) La fotografia que encapçala l’entrada és d’Angel Valentin—The New York Times/Redux
