dissabte, 22 de març del 2008

Aclariment sobre la petició de perdó de W.

1) [Post data afegida al post de l'11 de febrer, el dia 25/2]:

En relació al post del dia 11 de febrer de 2008: La informació que buscava era la següent, com sabeu, durant un temps Wittgenstein va deixar els càrrecs acadèmics del quals que de ben segur podia gaudir per treballar com a mestre d'escola. A la seva novel·la "Brooklyn follies", Paul Auster relata un episodi que en cas d'ajustar-se a la realitat és molt inquietant. Cito textualment

(...) Era una biografiía de Ludwig Wittgenstein (...) Según su autor, Ray Monk, después de escribir su ‘Tractatus’ cuando era soldado en la primera Guerra Mundial, Wittgenstein consideró que había resuelto todos los problemas de la filosofía y ya no podía ir más lejos en la materia. Se colocó de maestro de escuela en un pueblo perdido de las montañas de Austria, pero resultó que no tenía cualidades para el puesto. Severo, malhumorado, violento incluso, regañaba continuamente a los niños y les pegaba cuando no se sabían la lección. No los cachetes de rigor, sino puñetazos en la cabeza y en la cara, palizas impulsadas por la cólera, que acabaron causando graves traumas a una serie de chicos. Corrió la voz ante aquella indignante conducta y Wittgenstein se vio obligado a renunciar a su puesto. Pasaron los años, al menos veinte, y para entonces Wittgentein vivía en Cambridge, dedicado de nuevo a la filosofía y convertido ya en un personaje famoso y respetado. Wittgentein atravesó entonces una crisis espiritual y sufrió un grave desequilibrio nervioso . Cuando empezó a recuperarse, decidió que el único modo de recobrar la salud consistía en volver al pasado y pedir humildes disculpas a cada persona a la que hubiera ofendido o perjudicado. Quería pagar la culpa que le corroía las entrañas, limpiar su conciencia y empezar de nuevo. Como es lógico, ese camino lo condujo de nuevo al pequeño pueblo de montaña de Austria. Todos sus antiguos alumnos eran adultos, hombres y mujeres de veinticinco a treinta años, pero el tiempo no había atenuado el recuerdo del violento maestro. Uno por uno, Wittgenstein llamó a su puerta y les pidió perdón por su intolerable crueldad de dos décadas atrás. En ocasiones, llegó literalmente a hincarse de rodillas y suplicar, implorando la absolución de los pecados que había cometido. Cabría imaginar que una persona que se viera ante tales muestras de sincero arrepentimiento sentiría compasión por el doliente peregrino y acabaría transigiendo, pero de todos los alumnos de Wittgenstein, ni uno sólo estuvo dispuesto a perdonarlo. El dolor que había causado era demasiado profundo, y su odio hacia el maestro trascendía toda posibilidad de gracia.

Paul Auster
Brooklyn Follies
Anagrama,
Barcelona 2006.

I el llibre de Monk és:


Ray Monk
Ludwig Wittgenstein. El deber de un genio.
Anagrama,
Barcelona, 2002.

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2) [Aclariment. Dissabte 22 de març de 2008]:

Però em fa l'efecte que Auster hi posa massa salsa al seu text (tot i que reconec que el relat és suggerent).


Acabo de llegir la biografia de W. Escrita per Monk. Sembla que els episodis de maltractaments són clarament certs i es van repetir a diversos pobles a on W. Va exercir com a mestre, en particular a Trattenbach (pàgines 189-196) i a Otterhal (pàgines 222-224).

En canvi l’episodi de la confessió està una mica deformat. Efectivament, molts anys després W. Va viatjar a aquest pobles per demanar perdó als nens que havia maltractat. Cal contextualitzar l’episodi no tant com una crisi espiritual com un exercici de perfeccionament, de millora personal, de superació de la seva “covardia”. Durant aquest període W. Es va dedicar a confessar els seus “pecats” (nimieses) als seus amics. “El año pasado, con la ayuda de Dios, reuní fuerzas e hice una confesion. Esto me llevó a aguas mas serenas, a una mejor relación con las personas y a una mayor seriedad” (W. Segons Monk, p. 344).

El llibre de Monk no descriu les escenes humiliants a les que es refereix Auster. Només mostra dos tipus de reaccions. Alguna de generosa com la d’Ignaz Stangel

“W. Dijo que quería disculparse si había cometido alguna injusticia con él. Ignaz dijo que no tenia ninguna necesidad de disculparse, que W. Había sido un buen maestro. Éste se quedó durante media hora y dijo que también querían ver a Gansterer y Goldberg para implorarles perdón de forma parecida” (Georg stangel, segons Monk p. 343).


No totes les reaccions van ser d’aquest tipus: “Pero en casa de Piribauer, quien habia instigado la acción en contra de W., recibió una respuesta menos generosa. Allí se disculpó ante la hija de Piribauer, Hermine, que albergaba un profundo rencor en su contra por cómo le tiraba de las orejas, en una ocasión de una manera tan violenta que comenzaron a sangrarle e incluso perdió algo de pelo. A la súplica de W. para que le perdonara, la chica respondió con un desdeñoso 'Ja, ja'” No trobem cap altra referència a l'episodi de petició de perdó al llibre (que per altra banda és interessantíssim).

L'edició que jo he consultat és la de 1994:

R. Monk.
Ludwig Wittgenstein
Anagrama, Barcelona 1994.